Hace unos meses estuvimos en una charla, donde los ponentes dieron la visión, desde el oficio y la herramienta que significa, la #comunicacióndigitalIria Puyosa y Daniel Esparza complementaron la panorámica, que a groso modo, se presenta a nivel de producción comunicacional en la web.

comunicación, redes sociales, social media, miami, venezuelaEsparza habló del aporte fundamental que hizo, lamentablemente, la industria pornográfica a los productos/plataformas de la internet: videos, video chat, compra online, etc.; sin duda alguna lo que imprimió este sector económico fue el capital monetario para la evolución tecnológica que determinaría la dinámica de la web en las próximas décadas. Y es importante destacar, el término monetario cuando se delimita el capital aportado, esto, porque entre otras cosas, es necesario distinguir que si bien el porno fue el que produjo los cambios concretos en la manera de hacer comunicación online, fue la motivación imperativa de conversar lo que impulsó el desarrollo de la web de 1.0 a 2.0 (y más), así lo apuntó Puyosa, y así lo consideramos en nuestro equipo.

La producción comunicacional traspasó los límites de las llamadas «menciones» en la educación universitaria, la web y su dinámica suponen un reto diario a quienes estamos en el oficio, como lo afirmó Esparza «ya no podemos ser sólo redactores, ahora somos editores multimedia, productores de audio y video, diseñadores…»; y es que la dinámica de la #comunicacióndigital así lo exige.

Ahora bien, el dilema que se plantea es ¿cómo competir con el factor entretenimiento (sexual o no) que determina los intereses del usuario en la web? la respuesta no viene con una receta, pero sí con palabras claves: adaptabilidad, colaboración, conversación… PROYECTO.

Al respecto, Puyosa en su intervención complementó las directrices que Esparza planteó, y partimos de atrás para adelante: el proyecto. Es necesario visualizar nuestra labor comunicacional como lo que es, una herramienta poderosa por su capacidad de impacto en la dinámica social, y partir desde allí a generar ideas, concretándolas con mayor facilidad gracias a las características que la plataforma digital otorga, y sobre todo con un esfuerzo que implica a muchos (colaboración), sin olvidar que así como nosotros, los usuarios gozan del mismo estatus, y confluyen en una búsqueda: participación / conversación.

Desarrollar, más que trabajar para el sostenimiento de lo establecido, es un regalo de la profesión que se sirve de facilidades con la #comunicacióndigital, pero considerar el proyecto y a la audiencia más activa, no es suficiente para competir en este mundo. Impulsarnos y mantenernos dependerá de la estrategia que se aplique para ello, y actualmente, de considerar que, como en todo proceso evolutivo, hay «boom’s» y que no todo lo que esté dentro de ese boom impulsa realmente el proyecto comunicacional.

Hablar de éxito no nace siempre del «azar», sobre todo en #comunicacióndigital, habla de un proyecto que movilice y nazca de la naturaleza de la dinámica web y consiga su lugar en medio de todo lo que en esta ofrece. Si no, escúchesenlo a él, en el arte del comienzo