¿Cuántas veces nos sucede que decimos cosas y los demás entienden algo completamente distinto?. Peor aún ¿cuántas veces sienten que los estamos atacando mientras nosotros sólo queríamos expresar nuestra opinión? Algo, definitivamente, nos está fallando en el proceso de la comunicación y lo primero que se nos ocurre pensar es que no estamos aplicando la comunicación con asertividad.
Al expresarnos, no sólo entra en juego lo que decimos, sino la forma en que lo hacemos y la expresión corporal que usamos. Todo influye y hay que estar atentos.
Un ejemplo claro de que no sólo las palabras influyen en la asertividad podría ser el siguiente: imagina que vaa en tu carro y el conductor de adelante coloca la luz de cruce del lado derecho. Segundos después, decide cambiar de dirección y cruza al lado izquierdo a donde te estás dirigiendo, impidiéndote avanzar y poniéndote en peligro. ¿No es esto completamente confuso e irritante? El conductor no fue coherente, ni explícito en su «diálogo».
La asertividad es una conducta que nos permite expresar lo que pensamos, deseamos y sentimos, de una manera positiva, clara, concisa y prescindiendo del ataque y la ansiedad, respetando nuestros derechos y los de los demás; permitiendo, idealmente, conversar y encontrar soluciones prácticas que beneficien a la mayoría de las partes -o a todas-.
La comunicación asertiva tiene una particularidad: no manda mensajes con doble sentido. No lleva adornos ni disfraces. Tampoco lleva pistolas ni cuchillos.
Lo que hace a una comunicación verdaderamente asertiva es:
- Establecer un contacto visual sereno
- Tener una posición corporal relajada (evitar las tensiones)
- Hablar con un tono de voz claro, sin titubeos
- Expresar concretamente lo que se siente, se piensa y se espera
- Usar palabras que demuestren que lo que el otro necesita, y quiere, es tomado en cuenta «¿qué te parece?» «¿qué piensas?
- Plantear soluciones
Uno de nuestros lemas es #hagamoscomunicación. Hoy lo aplicamos más que nunca invitando a todos a aplicar la asertividad en nuestra vida. Ser sinceros, directos, respetuosos y usar un mensaje corporal correcto, puede dar un giro importante a nuestro día a día. ¡Que nos aproveche!