“Cada cosa (la luna del espejo, digamos) era infinitas cosas, porque yo claramente la veía desde todos los puntos del universo. Vi el populoso mar, vi el alba y la tarde, vi las muchedumbres de América, vi una plateada telaraña en el centro de una negra pirámide, vi un laberinto roto (era Londres), vi interminables ojos inmediatos escrutándose en mí como en un espejo, vi todos los espejos del planeta.”

Jorge Luis Borges. El Aleph

Borges lo presentó en su cuento: la lectura como puerta a otro mundo, ¡el de la creatividad! tan necesaria para alcanzar el éxito en este mundo globalizado. La creatividad es la que nos permite ver y entender la realidad con otros ojos, para encontrar nuevas y eficaces soluciones a problemas. Pero, ¿qué podemos hacer para ser creativo? Suele ser la pregunta de muchos. La clave, o una de ellas, es tener una imaginación sin límites y aquí volvemos a Borges: la mejor forma para ejercitarla es a través de la lectura.

La creatividad no surge de un momento a otro y no proviene de una musa que aparece de forma mágica en el momento menos esperado. La creatividad es, sin duda alguna, el resultado de un continuo y activo ejercicio: leer, leer y leer. El ingenio es la muestra de una mente que ha estado en búsqueda constante de diversidad de pensamientos, mundos y perspectivas.

Así, la lectura es la ventana que nos permite el acceso a nuevas dimensiones y nos empuja hacia otros horizontes: es ella la que nos permite tener una opinión crítica respecto al entorno que nos rodea; además, puede funcionar como plataforma a ideologías y estructuras que nos permiten analizar y examinar nuestra sociedad y actuar dentro de ella.

¿Qué podemos leer para ser creativos? ¡Todo! Libros de ciencia ficción, de crítica, ensayos, poesías, experimentales, surreales, crónicas, biografías. ¿A quiénes podemos leer? ¡A cualqueira! A J. K. Rowling, J. R.R. Tolkien, Murakami, Stephen King, César Vallejo, Ken Follet, Jorge Luis Borges, Junot Díaz… Queda a nuestro criterio e intereses la selección de la temática y autor. Lo importante, es hallar lo que nos guste y funcione para ser creativos, abiertos, ¡ingeniosos!

Puede sonar trillado o cliché, pero mientras más fomentemos el hábito de la lectura, contaremos con más herramientas para poner la creatividad a nuestra disposición, como resultado de horas invertidas en la lectura (y de fiestas y eventos sociales a los que hemos dejado de asistir). Al final, ¡somos poseedores de una biblioteca mental que nos permite ver más allá!

Leer no sólo es un pasatiempo, es una pasión cultivada que, a cambio, devuelve una gran capacidad para imaginar mundos, posibilidades, realidades y líneas de tiempos fuera de la convencional, de la que cualquiera ve. Esta habilidad trabajada es la que convierte a personas creativas en… personas que crean constantemente.

César Garbán – Community Manager